Saturday, January 5, 2013

Refrescar la política



Quizá el tema que trata este artículo ya es considerado de alguna manera como trillado, pero para mí es de suma importancia. Muchas veces, cuando se aproximan las elecciones para el ejecutivo o legislativo a nivel nacional, nos enteramos a través de los medios de comunicación que el Tribunal Supremo de Elecciones nos invita a emitir el voto como parte del conjunto de decisiones al que, las y los ciudadanos, estamos esperados tomar; sin embargo, considero que probablemente el mensaje, como dicen, "nos entra por una oreja y nos sale por otra", es decir, nos importa poco lo relacionado con involucrarnos a un proceso tan democrático como las elecciones. Creo que la democracia es el resultado de una buena política y que seguir la ruta del "NO AL VOTO" es algo regresivo y que puede dar paso para que se desactiven movimientos ciudadanos y estudiantiles en universidades, colegios y demás instituciones.

En Costa Rica el nivel de abstencionismo en el marco de las últimas contiendas electorales ha sido muy alto, muestra de que las y los costarricenses sienten apatía hacia la política, lo que hace que no se consiga una participación alta a la hora de elegir a sus representantes. Tengo la convicción de que la política es una disciplina que permite el convergir de intereses mediante el diálogo y la negociación. Sin embargo, gran parte de la sociedad hace acompañar a la política de un sin número de calificativos negativos; por ejemplo, hay quienes la tachan de: "política que corrompe", "política de ladrones", o inclusive, "política sucia".


Se ha descuidado el tema de quién ejerce la política, y ese es un reto que veo como futuro politólogo, ya que cualquiera consigue dirigir en los altos puestos de los órganos del Estado sin criterio de idoneidad. Los "politiqueros" son posiblemente los culpables de esa mala concepción de política que posee la mayoría de personas, pues con sus pobres acciones y malas decisiones han cultivado en la gente una gran desesperanza.

Me deja asombrado el gran nivel de abstencionismo alcanzado en las elecciones federativas de la UCR, llegando aproximadamente a un 80%; esto es tan sólo muestra de que ni a niveles institucionales es aprovechado el poder delegativo del voto y también se continúa demostrando simplemente que las personas no creen en la política. Dichosamente va a haber una segunda ronda y es esto lo que me llena de esperanzas, pues creo que es una oportunidad para hacer el llamado a las personas al voto, a que vuelvan a creer y que sin importar el color político que se tenga, se participe, que se incluyan en la toma de decisiones; pues como decía uno de los anuncios mediáticos recientemente lanzados: "si no vota, luego no se queje".

Me llama mucho la atención cuando jóvenes desvalorizan la disciplina que yo estudio, y menospreciándola intentan justificar la evasión al voto, es decir, del voto que es ejemplo del poder que tenemos a la hora de escoger a nuestra dirigencia política. Indudablemente es la juventud la encargada de producir cambios al respecto. Pienso que la política en si una ciencia que estudia las relaciones de poder en la sociedad y mediante dicho estudio es posible llegar a la toma de decisiones para el beneficio de la colectividad y su ordenamiento.

Por otra parte, si me preguntasen el por qué he estado interesado en política en los últimos años, mi respuesta sería que lo he estado haciendo porque creo profundamente en el cambio, y es, esta disciplina, la política, la que facilita que esto se dé: mediante procesos de comunicación y el establecimiento de propuestas sólidas y sostenidas en el tiempo, con el objetivo de que el pueblo retome su motivación para transformar las realidades en las que vive; y al fin se pueda decir que sí es posible un "volver a creer".

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