Saturday, January 5, 2013

¿Qué estamos esperando?


       En los diferentes medios de comunicación puede notarse que se están llevando a cabo muchas manifestaciones sociales, no sólo a lo interno de Costa Rica, sino que en muchos países alrededor del mundo; la mayoría de ellas causadas por grandes deudas externas, déficits fiscales, recortes presupuestarios y medidas de austeridad que toman los gobiernos de distintas naciones. Los gobiernos están apostando por efectuar recortes en sus presupuestos de manera irracional, tocando pilares tan importantes como son la educación y el seguro médico
       No podemos seguir durmiendo ante las diferentes coyunturas políticas y sociales por las que Costa Rica y los demás países atraviesan en la actualidad. Lamentablemente las personas no despertamos hasta que nos afectan nuestra parte y nuestro movimiento permanece inactivo hasta que estamos inmersos en un caos total.       Estoy consciente de que la actual Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica no es una representación totalmente legítima, ya que solo uno de cada cinco estudiantes eligió su Junta Directiva, pero por tal motivo no podemos justificar la inactividad de la misma. No nos podemos dar el lujo que en las universidades existan pequeños grupos de estudiantes que estan dispuestas y dispuestos a transformar la sociedad, pero que por falta de unión entre las mismas agrupaciones, no se comparten ideas. Ya todo está, tenemos todo, pero ha faltado ponernos de acuerdo.       Alguien debe empezar a unir a todos estos grupos que dan su lucha de manera dispersa, pero ¿qué esperamos? Mientras se daban las manifestaciones de la UCR y la UNA hacia la Asamblea Legislativa en busca de un FEES que garantizase una educación más inclusiva y universal, los de las universidades privadas decían que esa era una manifestación de "chancletudos" y de "hijos de papi y mami" que no tenían nada que hacer; no obstante, cuando se vieron amenazados los intereses de los centros educativos privados, y realmente estos tuvieron motivos para reaccionar, no sé a dónde quedaron sus palabras.       Resulta que los estudiantes de las universidades privadas se manifestaron en las afueras de la Asamblea Legislativa en contra del alza en el cobro de impuestos para la educación privada, sin embargo, la manifestación no tuvo el impacto esperado. Ante esto, cabría cuestionarse: ¿No era importante un apoyo por parte de los estudiantes de las universidades públicas? ¿Y la FEUCR? ¿Y la FEUNA?      Hace poco éramos las y los estudiantes de las universidades públicas quienes marchábamos por que el FEES no se viera afectado; y por esto debemos preguntarnos: ¿Ambos grupos no representamos intereses estudiantiles? No es posible que nos distanciemos en una lucha que tiene que ser fuerte, articulada, y sobre todo, muy bien planificada. Si no damos juntos la batalla, entonces ¿cómo va a ser posible lograr cambios sustanciales?       Por un lado se dice que la Ley de Solidaridad Tributaria va a afectar a estudiantes de universidades privadas quienes trabajan para pagar sus estudios (en los mismos centros educativos se les convence de que esto va a ser así). Paralelamente, los propietarios de las instituciones privadas temen que se les cobre como debe ser, es decir, que se les exija poco más como parte de todas esas ganancias millonarias que resultan del lucro que resulta de la educación privada.
      Lo que esta juventud debe pedir es que sí se le cobre más y de mejor forma a esos que lucran con la educación, pero que se diseñen conjuntamente controles y mecanismos que velen porque no se les aumenten los costos de las matrículas y pago de cursos a la comunidad estudiantil.
      Esto es lo que prueba que a las personas hasta que no nos afectan nuestra parte, no reaccionamos. La preocupación por la realidad nacional e internacional no puede recaer solo en estudiantes de ciencias sociales y humanas, sino que debe ser preocupación de todo el estudiantado del país. Es inadmisible que se tenga apatía por parte de estudiantes de carreras técnicas hacia lo que pasa en la realidad nacional (TEC), pues, como es bien sabido, nadie tiene asegurado un puesto de trabajo en el futuro. No podemos depositar toda nuestra confianza en las transnacionales.      No se puede obviar que los estudiantes de secundaria también componen un elemento importantísimo del movimiento estudiantil nacional. No se puede olvidar la lucha de la que fueron partícipes estas y estos jóvenes en la lucha contra el TLC, ni en muchas otras ocasiones más; ellas y ellos también son el presente yfuturo de Costa Rica, y deben ser tomadas y tomados en cuenta.      Si no nos unimos en esta batalla como estudiantes frente a tantos problemas que ingresan a la agenda pública, no sé cómo. Si no articulamos un verdadero movimiento estudiantil, crítico y solidario, no sé cómo. Si no dejamos de lado esas diferencias sin fundamentos que se gestan entre la educación pública y la educación privada universitaria, no sé cómo. Pero… ¿qué estamos esperando?

No comments:

Post a Comment